Jorge Yarce
1. Ser familia es sentirse parte viva de una
comunidad de amor en la que cada parte es esencial. Para eso no hay que estar
haciendo declaraciones de amor sino demostrarlo con hechos.
2. Ser familia es ayudar a los demás miembros
de la familia a realizar su fin como personas. No es darles cosas o nuestro
tiempo. Es mucho más que eso. Darnos sin medida, sin poner condiciones, sin
calcular qué va a pasar. Es una actitud permanente, no un entusiasmo pasajero.
3. Ser familia es darnos a conocernos como somos
y aceptar a los demás como son. No fingir, no guardar las apariencias, no hacer
sino revelar sinceridad de vida, transparencia en el obrar, aceptación de los
propios defectos sin dejar de esforzarnos por mejorar.
4. Ser familia es vivir la libertad como un
compromiso generoso, por sobre el egoísmo, el cansancio, los desgastes de la
vida, y por sobre la idea de que la libertad es hacer cada uno lo que quiera.
Muchas veces tenemos que hacer las cosas a contra corriente de nuestros
personales deseos.
5. Ser familia es compartir la vida a diario,
la común y corriente, la que puede engendrar rutina, sabiendo que sólo el amor
sacrificado, que también se renueva a diario, es el arma para atacar la rutina,
el desánimo, el aburrimiento o la tentación de infidelidad.
6. Ser familia es servir a los demás,
conscientes de que nos necesitan tanto
como nosotros necesitamos de ellos, y más si se trata de los hijos, cuya vida
está en manos de los padres, que no pueden darles mal ejemplo o dejarlos
expuestos a la falta de amor.
7. Ser familia es trabajar pensando en quienes
amamos. Es tener siempre abiertas las puertas del corazón primero que todo para
ellos. Si anteponemos el trabajo, la amistad u otros intereses, el desorden se
meterá en el alma.
8. Ser familia es saber recomenzar cada día, no
acumular pesares, errores, malestares, malos genios, silencios amargos o todo
lo que nos quite la paz. Para eso, vivir ocupados en el afán de cada día, con
la ilusión de que las cosas nos van a salir cada vez mejor.
9. Ser familia es descubrir el valor de vivir,
reír juntos y descansar juntos, pero también sufrir, creer y esperar juntos. Así daremos fuerza a
los demás y podremos decir que nuestra vida es compartida, que nos la ha dado
Dios y la merecemos dándola.
10.
Ser familia es vivir una fe auténtica y comprometida, fundamentada en el sentido de la filiación
divina y en el trato confiado con Dios, en la práctica sincera de la oración y
de los sacramentos y en una caridad amable y generosa.
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