¡No
lo puedo creer! ¡Después de todo lo que hemos hecho para capacitarlos!
Éstas fueron
las palabras de
un director general
después de acompañar
a sus vende- dores a visitar clientes, pues
observó un abanico de errores y no sabía a quién reclamar: si a mí, el
capacitador, a sus gerentes de ventas, a su director comercial o a sus
vendedores. No esperaba ver a estos últimos cometer errores básicos después de
haber tomado cursos de ventas.
Me
pidió investigar por qué el trabajo de supervisión no había logrado implantar
las buenas prácticas presentadas en los cursos y desterrar las malas costumbres
de algunos de sus vendedores.
Empecé
mi investigación entrevistando a los supervisores de ventas y pronto descubrí
una parte importante del problema. Después de sus comentarios iniciales
insustanciales y de dar vueltas al tema, poco a poco los supervisores revelaron
que se sentían “desarmados”, como dijo uno de ellos, es decir, incapaces para
dar retroalimentación acerca de la conducta de sus vendedores.
No
tenían renuencia alguna para hablar con ellos de los productos, las condiciones
comerciales, los procedimientos del área comercial y de otros temas más o menos
objetivos. Sin embargo, no sabían cómo dar retroalimentación cuando la conducta
observada no cumplía el estándar. Me explicaron lo que les pasaba por sus
mentes con frases como éstas:
• Si les digo, se van a desanimar.
• Van a tomarlo como algo personal.
• No sé cómo decírselo.
• Siempre tienen pretextos para rechazar las
sugerencias.
• Van a pensar que los estoy criticando.
• Van a pensar que estoy en su contra.
• Si los critico, van a trabajar menos; no
van a esforzarse.
• Están cómodos, por ello se resisten a
cambiar.
En resumidas
cuentas, con algunas excepciones, el
equipo de supervisores no sabía cómo responder
cuando la conducta de sus vendedores no cumplía el estándar.
Algunos
jefes creen que la manera más efectiva de mejorar los resultados es señalando a
sus colaboradores sus errores.
En realidad,
esta “estrategia” es una
de las peores alternativas para incrementar la productividad: desanima en lugar
de entusiasmar.
Si
bien es cierto que los jefes que se enfocan excesivamente en los errores de sus
colaboradores los desalientan, los que no corrigen las fallas y no exigen el
cumplimiento de los estándares debilitan el sentido de orgullo y también la
efectividad de sus colaboradores.
Los
supervisores y gerentes de ventas más efectivos:
1. Promueven claridad respecto a los
estándares.
2. Exigen el cumplimiento de los
estándares.
3.Tienen un estilo de liderazgo que
incluye un pronunciado componente de apoyo.
Estas tres
acciones contribuyen a la creación de
una cultura “fuerte”
y compartida capaz de influir en la conducta de los
vendedores.
Clasificamos
el desempeño en dos grandes categorías:
• Cumple el estándar
• No cumple el estándar
Cuando
el desempeño cumple el estándar. El jefe debe afianzar la conducta del
colaborador (con su reconocimiento u otra medida) y animar- lo a seguir
haciendo más de lo mismo. Recuerda que los líderes de equipo suelen cosechar lo
que elogian porque los colaboradores
repetirán las acciones que dieron lugar al reconocimiento.
¿Qué le
digo cuando el desempeño no cumple el estándar?
Cuando el
desempeño de un
colaborador no alcanza el estándar, de nada sirve
intentar psicoanalizar o juzgarlo. (Por ejemplo: “No tiene sentido
de responsabilidad”. “Le
falta empuje”.) Más bien, fíjate en conductas específicas y en el
estándar relevante en cada caso. Comenta el estándar con el colaborador e
invítalo a identificar las acciones específicas que le permitirán cumplir-
lo. Comprométalo a
sustituir las conductas no
apropiadas por otras.
Insiste en precisar las acciones que lo llevará a
satisfacer el estándar. No acepa buenas intenciones solo acciones y conductas
especificas.
Antes
de abrir el diálogo, con los colaboradores les recomendamos plantearse las
siguientes preguntas.
¿Qué
quiero que sepa el colaborador?
Por
ejemplo: Quiero que sepa que todavía no sabemos lo que la empresa realmente
está buscando. En esta etapa de la venta, es mejor preguntar e investigar en
lugar de hablar de nosotros y de nuestro producto. El vendedor tiene que darse cuenta de la necesidad
de ponerse en el lugar del cliente, preguntar más y hacerlo de manera más
creativa
¿Qué
quiero que haga?
Por
ejemplo: Quiero que
1.
Reconozca que necesita obtener más información.
2. Prepare:
una lista de temas por investigar, como:
¿Quiénes tienen
voz y voto en la toma de decisiones? ¿Cuáles son los criterios que van a
usar para evaluar las propuestas? ¿Qué esperan del proveedor durante las etapas
de la investigación de sus necesidades y la instalación de la solución que
escogen?
¿Qué quiero
que sienta?
Por
ejemplo:
1.
Presión. Necesita investigar mucho más, hacerlo de una manera más astuta y
hablar menos. No queda mucho tiempo para hacerlo.
2. Apoyo
de mi parte. Le estoy pidiendo más para que gane este proyecto.
Las
respuestas a las preguntas ¿Qué quiero que sepa, haga y sienta?, te ayudarán a
desarrollar un mensaje claro, a enfocarte en lo que el colaborador necesita
hacer y en lo que va a cambiar o mejorar.
En
resumen, cualquier ejecutivo(a) que dirige a colaboradores necesita cultivar la
capacidad para establecer normas altas y hacerlas valer. Cuando éstas llegan a
ser parte de la cultura del equipo, guían la conducta de los colaboradores.
Cuando los
colaboradores cumplen los estándares,
conviene reconocer el trabajo
bien hecho para obtener más de lo mismo.
Cuando
el desempeño no satisface el estándar, fíjate en la conducta del vendedor, en
lo que hace o deja de hacer.
Prepárate para sostener
un diálogo centrado en la conducta que el vendedor
necesita asumir para tener
éxito. Usa preguntas para ayudarlo a
darse cuenta de
sus carencias y a escoger
alternativas para incrementar su efectividad.
En
las próximas visitas que observes, sugerimos centrarte en
la conducta de
tus vendedores y después
ofrecerles retroalimentación que les sirva para obtener mejores resultados u
obtenerlos en menos tiempo.
Si
los supervisores y gerentes de ventas necesitan pulir sus capacidades para el
diagnóstico del desempeño de sus vendedores o si conviene incrementar la
efectividad de la retroalimentación que ofrecen a sus vendedores, sugerimos
poner- se en contacto con nosotros en Top Line. Tal vez uno de nuestros
programas, como Coaching centrado en el desempeño, Cómo dar retroalimentación,
Cómo establecer estándares de desempeño u otros, pueden ayudarlos a elevar los
estándares y a mejorar los resultados prácticos de sus equipos de ventas.
Hasta
pronto
John
Fischer
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